Este lugar ofrece leyendas fascinantes y un legado histórico, como la innovadora labor de un médico que desarrolló vacunas, ideal para los curiosos.

Una leyenda que se cuenta aquí en el pueblo es la del “Vell Pistol” (Viejo Pistol). Se dice que era un pescador que, durante la primera guerra carlina, se dedicaba a pescar por la mañana y por la tarde marchaba a las montañas del “Coll de Balaguer”, se ponía las típicas boinas rojas carlinas, para que las diligencias creyesen que la zona estaba protegida, y cuando pasaban las asaltaba. Se dice que estuvo durante bastante tiempo llevando esta doble vida y que finalmente se exilió a una capilla de Mallorca, y a partir de ese momento ya no se volvió a saber nada de él. Esta calle que baja hasta aquí, es la calle Dr. Ferran, en honor a este médico, ya que durante muchos años tuvo su laboratorio bioquímico donde actualmente está el hotel “Bon Repòs”. Si han pasado por delante podrán observar que (mirando la fotografía) la estructura del laboratorio es la misma que la del hotel. El Dr. Ferran fue el descubridor de una vacuna anticolérica, y el perfeccionador de la antirábica. En la parte de atrás de su laboratorio tenía caballos, con el sérum de los cuales elaboraba las vacunas. Una vez acabadas las distribuía por los diferentes países. Esta fotografía es de la calle Candela, que fue la primera calle que tuvimos aquí, por este motivo se le puso el nombre de la patrona, y era el camino que utilizaba la gente para venir del Perelló.